Súcubo

(Retrospección)

Ella vaga sin descanso desde tiempos inmemorables, juzga cada acto con plena objetividad, ser imparcial es su único principio, un principio difícil de mantener cuando el fondo de los reptiles requiere de su favor. Sus logros se otorgan al karma, sus errores al convenio de la nobleza, nunca podremos asegurar su presencia, ella es tan impredecible como caprichosa, tan voluble como interesada, tan valiente como ciega...
Si la situación lo requiere se comporta cual invidente ante desventurados; los bienes son su patíbulo, la verdad es su milagrosa redoma de Asclepio.
Es premiada por atrapar a quien lo merece en uno de sus arrebatos morales, pero nadie se fija en que es incontrolable, es una bestia que se debate entre el bien y el mal, es la línea divisoria del Ying y el Yang, su desliz al precipicio puede sumir el mundo que conocemos en la más extrema Oligarquía o acercarnos a la utopía del Ecualismo, igualdad ante su juicio, igualdad no condicionada por vanas sombras, igualdad y nada más.

(Tras la retrospección)

Ella es quien nos protegía ante malhechores en el nombre de la ley, es un mito crucificado en los altares del capital, nuestra ascendencia afirmaba que en sus tiempos era pura, o al menos, eso mostraba.
¿Quién nos iba a decir que su destino estaba escrito? Lleva jugando con su apariencia desde tiempos inmemorbles, es la mayor hipócrita, se supo ganar la reputación con supuestos arrebatos morales, para que  posteriormente la traición fuese más efectiva, ¿quién nos iba  a decir que Ella, la Justicia, sería Súcubo, la hija corrupta del Bien?

Otman Amesnaou Alouat para www.miproyectoyhobbie.blogspot.com.es