Tener una vida privada es lo mismo que tener una segunda vida.
Dicho de esta manera puede resultar un tanto incómodo, pero dicho al revés nos hace sentirnos un poco más aliviados.
 Todos guardamos secretos, hacemos algo a escondidas por temor a que nos vean y puedan pensar los demás, por mucho que digamos la típica frase de "a mi no me importa lo que piensen los demas, yo soy como soy", mientes!.

El ser humano está programado para mejorar con el paso del tiempo, y tener opiniones externas acerca de nuestro comportamiento nos ayuda a mejorarnos a nosotros mismos, pero, ojo, he dicho opiniones, no críticas, una opinión puede estar bien dirigida y sin intención malévola alguna, aunque parezca que no, una opinión que vaya en contra de nuestra concepción puede confundirse con una crítica, sin embargo, es diferente, la opinión desaprobada por nuestro hipocampo puede ayudarnos a mejorar, solo si se interpreta bien, y no es una crítica camuflada de opinión.

Hay una frase que me llama la atención, y es que "Los que se preocupan en mejorarse a sí mismos, no tienen tiempo para criticar a los demás", esto es un poco contradictorio, porque yo defiendo que para mejorarnos a nosotros mismos debemos hacerlo a partir de nuestro propio análisis, pero a veces, no es suficiente con ello, pues no seremos siempre objetivos con nosotros mismos por temor a aceptar una realidad que no nos gusta oír, y ahí es donde entran dos factores:

1-La opinión bien dirigida(crítica constructiva): Es un alago, algo que nos gusta oír de nosotros mismos, para mejorarnos no solo hay que minimizar nuestros defectos, sino también potenciar nuestras virtudes. Si hacemos un recuento de una revista científica muy conocida estadounidense, (con el auge o más bien el incremento del interés por las emociones, gracias a nuestro querido psicoanalista austriaco Sigmund Freud) encontraremos que hay en tal revista mas de 100.000 artículos acerca de emociones negativas, tales como el odio, rencor, tristeza, antipatía... y solo 5.000 sobre las emociones positivas, amor, alegría... Con esto, extraigo la frase del principio, debemos potenciar las virtudes que tenemos.

2-La opinión mal dirigida(crítica destructiva o vanal): No queremos saber de ella, no nos gusta oírla, pero es necesaria para conocer nuestros defectos no encontrados por nosotros mismos, pues necesitamos de la intervención ajena.

Me he desviado del tema que quería tratar, lo reconozco.
La diferencia entre una segunda vida y nuestra vida privada es una primordial.
En la segunda vida utilizamos una forma de pensar diferente a la que utilizamos en la vida "normal", pues nuestros intereses cambian, aquí me tenéis que permitir citar una frase de Aldo Roberto Rodriguez "Sepa bien que lo más malo nos siempre es lo que parece, las apariencias engañan y cambian por intereses".
Lo que quiero decir aquí es que parte de nuestra moral cambia, pues lo vemos "bien" desde un lado, y "malo" desde otro(desde la vida conocida o la privada/segunda).
Las otras formas de cambio que podéis pensar, tales como la forma de hablar, o de actuar no tienen que ver con nuestra personalidad sino con el ambiente.
 Si estamos redactando un artículo de opinión para el periódico utilizaremos un registro más elevado que chateando por una red social.
Si estamos en una cena familiar nuestros modales serán diferentes a si cenamos con el amigo de toda la vida.
Lo que quiero concluir con estos argumentos, y por ello me criticarán o lanzarán opiniones mal dirigidas, es que, no es malo llevar a cabo una segunda vida, siempre y cuando nuestro cambio no sea tan sustancial como para afectar a otras personas, es decir, si a un chico le gusta hacer alguna actividad que no será aceptada por su entorno, puede hacerla siempre y cuando no sea algo relativamente malo y no influya en su "vida normal".
Esta es una forma de actuar un tanto hipócrita, pero necesaria para llevar a cabo nuestras metas.